Drones solares capaces de volar durante cinco años sin tocar el suelo. Esta podría ser la próxima compra de Facebook. Según algunas fuentes, el gigante de la red podría desembolsar muy pronto hasta 50 millones de euros por la compra de Titan Aerospace, fabricante de drones.
Estos aviones no tripulados garantizarían, al igual que los satélites, el acceso a Internet hasta en los lugares más recónditos del planeta.
“Cuando tienes que hacerlo en tierra tienes gastos enormes porque tienes que instalar cables, enterrarlos, atravesar ciudades… Así que esta operación es algo obvio. Es un método mucho más barato y puede garantizar el acceso a la red a muchísima gente”, explica Michael Kende de Internet Society.
Conectar a todo el mundo, o casi, es uno de los objetivos del fundador de Facebook, Mark Zuckerberg.
“Dos tercios del mundo no tienen acceso a internet o no pueden permitírselo. La gente no entiende por qué tiene que gastar su dinero para acceder a la red. Lo importante, entonces, no es solo fabricar teléfonos más baratos sino reducir el coste de la red”, aseguraba recientemente Zuckerberg.
Instalar fibra óptica en el cielo no es nada nuevo. Otro de los gigantes de internet, Google, se ha lanzado a la aventura. La única diferencia es que aquí la conexión está garantizada por balones estratosféricos. El proyecto Loon se encuentra en fase de pruebas desde hace un año.
Instalar fibra óptica en el cielo no es nada nuevo. Otro de los gigantes de internet, Google, se ha lanzado a la aventura. La única diferencia es que aquí la conexión está garantizada por balones estratosféricos. El proyecto Loon se encuentra en fase de pruebas desde hace un año.
“Estas compañías tienen mucho dinero, buscan todo tipo de métodos para que la gente tenga acceso a internet. Pero esto debe ocurrir en un marco de buena gobernanza porque Facebook ofrece un buen servicio, al igual que Google, pero no queremos que la gente crea que la red son solo Facebook y Google. Hay muchas otras maneras de garantizar la conexión pero está claro que este es un gran paso”, explica Michael Kende.
Garantizar el acceso a la red a todo el mundo es un buen gesto aunque no del todo desinteresado. Para los gigantes de la red supondría miles de millones de nuevos clientes.
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